Paso 26: Miedo

Dar nuevos pasos está difícil últimamente, el visado está en espera del reconocimiento médico (mañana salgo para Madrid) y aún es muy pronto para hacer la maleta. El proceso está en standby y me está costando encontrar cosas nuevas sobre las que escribir ya que las que tengo pensado serían más interesantes si las escribiese desde allí y prefiero reservar esos temas. Así que, buscando un poco de ayuda por las redes sociales, este paso trata sobre nuestro peor enemigo en la preparación del viaje: el miedo.

Teniendo en cuenta que hablamos de un sentimiento, de un estado de ánimo, hay que tener en cuenta que nuestro punto de vista siempre será subjetivo y no encajará para todo el mundo: podemos estar atenazados por un miedo paralizante o simplemente sentir unos ligeros nervios en determinadas situaciones. Cada persona es completamente diferente pero lo que es seguro es que nadie se va al extremo opuesto del planeta sin tener un mínimo de temores y dudas. Estos son los míos:

No adaptarme: El primero de mis miedos es no encontrar mi sitio en Australia. Considero que soy una persona extrovertida y no suelo tener problema para establecer nuevos lazos pero no conozco personalmente a ningún australiano y la única referencia que tengo de ellos (positiva) es por comentarios de terceras personas. Además, Brisbane cuenta con una parte importante de población asiática, con lo que no sé lo que me voy a encontrar allí. Si me guío por los prejuicios, tengo miedo a la típica introversión de la comunidad asiática y a un posible elitismo australiano heredado de los británicos.

La nostalgia. Se me hace muy difícil vivir lejos del mar. Puedo pasar dos años sin pisar una playa pero siempre tengo presente que el mar está ahí y eso me tranquiliza. Creo que cualquiera que viva en la costa me comprende perfectamente. Por eso siempre digo que no podría vivir mucho tiempo en una ciudad interior, porque echaría demasiado de menos el océano. Esto mismo sucede con la familia y los amigos. Puedes tenerlos descuidados una temporada y no pasar demasiado tiempo con ellos, pero siempre tienes presente que están ahí y basta una llamada y un café para recuperar el tiempo perdido y ponerse al día. Viviendo en Australia esta situación va a ser radicalmente diferente. Voy a tardar un tiempo en volver y difícilmente nadie vendrá a verme así que voy a tener muchos momentos para añorarlos, como la Navidad, fin de Año o los cumpleaños (me los pierdo todos!!!). Este paso va bastante de la mano con el anterior ya que influirá mucho mi grado de adaptación en la intensidad de la nostalgia. De todas formas, familia sólo hay una y, por muy bien que me vaya, allí siempre los tendré lejos y los echaré de menos. Espero que la homesickness no sea tan dolorosa como se dice. 
Solo al final del muelleNo encontrar trabajo. Como ya aclaré en varias ocasiones, mi supervivencia en Australia está condicionada al éxito obtenido en la búsqueda de empleo. Es tan sencillo como que, si no lo encuentro, mi  aventura se termina y fin del camino. Desde luego que hay posibilidades de conseguirlo (a media jornada y no cualificado) pero nadie dijo que fuese sencillo ni que el trabajo obtenido vaya a resultar agradable. Por lo pronto será un cambio para alguien como yo que hasta no hace mucho trabajaba en una oficina con un ordenador y vestido de traje. Aún así ya he tenido mis empleos en los veranos de la universidad, cargando cajas en almacenes, así que habrá que ponerse a la faena y luchar por ello. En este punto están también las dificultades económicas que seguramente pasaremos los primeros meses, hasta que uno empieza a hacerse con el ritmo de vida, su nivel de ingresos y el coste del día a día australiano.

Que Australia me decepcione. En algunas ocasiones vamos de viaje a lugares que no son especialmente llamativos y terminan por sorprendernos gratamente. En sentido opuesto se puede dar el caso de que nuestro viaje soñado, para el que llevamos tiempo ahorrando, del que nos conocemos todas sus características y sobre el que nos hemos preparado a conciencia, nos decepcione profundamente y no cumpla con las expectativas creadas. Es sencillo imaginar el grado de frustración posible con un destino que llevo queriendo visitar toda mi vida, en el que emplearé unos 6 meses de preparativos y que, como poco, aspira a convertirse en el viaje de mi vida. La presión es fuerte.

No querer volver (y tener que hacerlo). Confiando en que el miedo a la decepción sea completamente infundado llegamos al último de los miedos de los que vamos a hablar, el miedo al regreso. No es el primer post que leo por Internet de gente que tiene problemas para readaptarse a su vida en España, que echa de menos Australia y que su vida se ha quedado allí. Desde luego, tener este miedo sería señal de que nuestra experiencia ha sido positiva pero siempre hay una parte difícil en todo esto. Estoy seguro de que en unos meses la mezcla de sentimientos enfrentados, nuevos miedos y diferentes experiencias de una nueva vida me obligarán a tomar más de una decisión para la que no sé si estaré preparado. Sólo espero acertar, al menos, en lo importante...
Foto emigrantes gallegos
"Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar"  -  Paulo Coelho

Comentarios

  1. Solo diré que..... La cueva en la que tienes miedo de entrar, esa es la que tiene el tesoro que buscas.

    ;) :*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Donde habré leído eso antes? Ah sí, en tu blog :P http://soncositas.blogspot.com.es/

      Eliminar
  2. Hola wapísimo!!!
    Hace tiempo que leo tu blog en cuanto tengo un ratito, pero nunca te había escrito, y ya iba siendo hora!!!! Lo primero darte la enhorabuena por partida doble:
    1) Por este blog tan maravilloso que creo que será un referente para muchos otros aventureros como tú, no sólo para viajar a Australia en las condiciones que tú lo harás, sino para ayudarles en cualquier viaje que planeen tanto a ese país como a muchos otros.

    2) por tener la valentía y el coraje de luchar por un sueño hasta el ultimo aliento. Estoy muy orgullosa de ti y me alegro muchísimo de que al fin se haga realidad.

    En cuanto a los miedos que tienes... Tú te adaptas a todo, no tengas miedo por ello. El haber dado este paso es más duro que adaptarse a lo que venga. La nostalgia llevala con paciencia, y cuando sea más duro.. además de todos los medios que hay hoy en día, aférrate a que estas luchando por TU SUEÑO cosa que no muchas personas pueden decir. Lo del trabajo... aquí tampoco está mejor, así que... mejor jodido con gusto que jodido apaleado, no? Y en ultimo caso... llórate para que te enviemos una colecta!!! ;D
    Lo de que australia te decepcione... más triste sería decepcionarte por no haberlo intentado... Y lo de no querer volver... jooo... ya sé que no tenemos mucho contacto, pero... de todo corazón...espero que algún día vuelvas!!!!

    Muchíaima suerte es esta nueva etapa, y... No dejes de escribir... te seguiré leyendo!!!!

    Muacksssss

    IRIS

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Iris!!!!

      Cuanto tiempo hace que no nos vemos, creo que camino de tres años :( Espero que todo bien, algo me van contando por ahí ;)

      Muchas gracias por tus palabras, siempre anima comentarios como el tuyo. Estos miedos eran lo peor de la aventura, pero confío en que no se cumplan y salga todo medianamente bien. Aún así tener claro lo que se puede complicar siempre ayuda para enfrentarse a posibles problemas que aparezcan.

      Me encanta que leas este refugio de mis neuras que se hace llamar blog, espero no ponerme demasiado trascendente. Bueno, pues lo dicho, que a ver cuando surge eso de volver a vernos, es una pena después de tanta amistad como hubo, pero nunca es tarde para recuperarla, quien sabe donde volveremos a coincidir! Muchos besos guapa y también para todas las niñas!!!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares