Paso 100: El final del sueño

He tardado 100 pasos en despertarme... Ha sido un viaje fascinante a través de las entrañas de mis miedos y mis ilusiones. Algo diferente a lo esperado, que también ha transformado al narrador. Este trayecto se ha convertido para siempre en inolvidable.

El sueño sobre el que llevo tiempo hablando no era una oportunidad laboral, una mejora espectacular de mi inglés o unas vacaciones en el paraíso. Sinceramente, ni yo mismo lo sabía hasta hace un rato, cuando me he dado cuenta de a dónde me ha llevado este largo y apasionante camino. Se trataba de una búsqueda, de un objetivo que, por obvio, se había vuelto invisible.

Inicié esta aventura hace más de un año ya. Por aquel entonces sólo deseaba escapar de la rutina que tan mal he llevado siempre, tenía miedo a hacer los cambios que mi vida reclamaba a gritos y no sabía qué rumbo seguir para salir de todo aquello. Tal vez Australia no haya sido más que una huída hacia delante pero no puedo dejar de sentirme afortunado por tan buena elección.

Después de cien etapas de neuras y divagaciones, de diez decenas de inseguridades y búsquedas, miro al pasado reciente y veo lo que ha implicado posiblemente el cambio más importante que ha tomado mi vida. Qué lejos quedan ya aquellos miedos al principio de mi aventura, aquellas dudas que no dejaban avanzar cuando hasta me planteaba si Australia me iba a decepcionar. Y todas esas dudas se han resuelto solas, con grandes dosis de optimismo, de creer en uno mismo, destrozando prejuicios y poniéndole una sonrisa a cada día que comienza.

Hace poco subí un post al otro blog donde hacía un resumen de lo que había aprendido viajando. Por supuesto Australia ha sido EL viaje y la más importante de las lecciones me la llevo de aquí: afrontar lo que venga siendo positivo. Tener claro que va a salir bien ayuda a que así sea. 

Hoy puedo asegurar que lo importante no es lo que hay al final del sueño, es lo que hemos ido compartiendo durante estos 100 pasos que hemos caminado juntos. Porque ya no hay miedo a lo que venga sino ganas de que empiece ya. No queda lugar para equivocarse, sólo nuevas posibilidades de aprender y experimentar. Vivir aquí, trabajar, estudiar, viajar, sentir... todo me ha ayudado a ser más feliz de lo que era antes de venir y ese es el verdadero objetivo: el sueño tras los 100 pasos. Un cambio que me ha completado y me ha aportado muchas cosas que antes no valoraba. 

Si algo han tenido en común todas las etapas que hoy concluyen, ha sido mi felicidad en cada una de ellas: he disfrutado mientras visitaba ciudades increíbles, descubierto la actitud adecuada con la que afrontar los problemas, me he sentido libre cruzando barreras de coral, acantilados e islas de arena, he recuperado la confianza en mí mismo en algunos aspectos, aprendido lecciones que jamás olvidaré, cambiado mi percepción de lo que es importante y lo que no lo es tanto... ¿se puede pedir más? Ser feliz era el objetivo perseguido, ahora lo veo. Y creo que puedo decir: misión cumplida!

Y este blog ha sido el mejor medio de canalizar mis sentimientos y de transformar todas estas experiencias en inmortales, al menos en mi mente siempre lo serán. Más de 250.000 visitas... qué puedo decir, jamás hubiese esperado tal acogida. Escribir es la mejor forma de terapia cuando uno tiene algo que contar, mientras se buscan y conquistan terrenos a la imaginación. Aunque sin nadie al otro lado sólo tiene la mitad de su sentido. Por eso me alegra y enorgullece haber llegado a más gente de lo que nunca hubiese pretendido. Gracias de nuevo por estar ahí.

Espero que haya la misma felicidad al final de vuestro sueño. Y durante. No os olvidéis de disfrutarlo desde el primer paso. Nos vemos en el próximo viaje...

"La felicidad se alcanza cuando lo que uno hace, dice y piensa están en armonía"

Gandhi